Mi vida tuvo que ser así; yo no podía ser otro y no me planteé otro camino para realizarme. Ser artista estaba en mi interior. Trabajo con la certeza de que esta manera particular de vivir entre los colores, los materiales y las formas es mi método para crecer interiormente. Lo que hago existe de pronto como una necesidad que supera mi comprensión; desde los doce años no he parado de trabajar y en la obra encuentro la verdadera expresión de mi memoria.
Soy un artista que ama los materiales y sus posibilidades expresivas. Mi búsqueda ha tenido en el dibujo, en el grabado, en la pintura y en el medio cerámico sus más grandes amores y es la tierra una decisión que todo lo toca. Creo en el poder conceptual que los materiales pueden transmitir, busco el silencio de las cosas y trato de expresar esa soledad sublime que existe dentro de ellas.
Creo en la belleza como un estado… conceptual, emocional, espiritual, material; busco en lo sencillo, en lo austero, en las formas elementales; intento descubrir lo sagrado que hay en lo cotidiano, busco en el vacío y en ocasiones expreso mi rabia contenida, mi desespero ante situaciones de conflicto o de injusticia sin perder de vista ese estado fundamental al que aspiro.